En una entrevista con No toquen nada, Petit habló de algunos de los puntos más dramáticos del sistema penitenciario uruguayo. Un sistema en el que, según el último informe que presentó la Oficina del Comisionado, 41% de los reclusos recibe tratos “crueles, inhumanos o degradantes”. 

Un sistema “gigante” que en los últimos 20 años se triplicó en población y hoy ubica al país en el décimo puesto del mundo en cuanto a mayor proporción de cantidad de presos por cantidad de habitantes: 408 cada 100.000.

Una tranca hacia el desarrollo

Petit definió el problema de las cárceles uruguayas como “no olvidado pero claramente no resuelto”. Y afirmó que esa falta de solución es una de las cosas que tranca al país para ser desarrollado.

“No resolver la transgresión de esas personas que cometen actos dañinos hacia terceros con otros mecanismos que no sean solamente la privación de libertad prolongada, creo que tiene que ver con que todavía no hemos dado el salto a ser un país desarrollado, con políticas sociales que lleguen a cubrir la primera infancia, el embarazo, el desarrollo de la adolescencia y que cuando se llega a producir el delito tenga también otro tipo de alternativa. Creo que está en el núcleo duro de los problemas que tenemos que resolver como país”, afirmó. 

Para el comisionado parlamentario desde hace décadas falta un plan estratégico “consistente, elaborado y de largo plazo”. 

“Tratos crueles”

Uno de los datos más llamativos del informe anual que realiza la oficina que dirige Petit fue el de que casi la mitad de los privados de libertad recibe tratos crueles, inhumanos y degradantes.

“Nosotros analizamos unidad por unidad, módulo por módulo, lo discutimos, lo observamos, tenemos planillas que verificamos y tratamos de ser lo más moderados. No nos gusta, no es un deporte decir que esto está muy mal”, explicó. 

¿Qué implica esta definición? Petit enumeró que refiere a que “efectivamente no hay tratamiento, que las condiciones materiales son malas, no hay circulación, no hay acceso a patio”. 

Esto sucede pese a que ven “mucha proactividad” en distintos actores del sistema para mejorar las condiciones de reclusión.

“Lo que pasa es que hay una cosa que es como la Ley del Artillero: tenemos mucha más gente e igual o menos presupuesto. Entonces tenemos la mayoría de esa gente en los lugares donde están las peores condiciones”, afirmó.

El sentido de la prisión

Durante la entrevista, Petit se refirió a la población carcelaria femenina que ha aumentado y alcanza el 7% del total. Es minoritaria pero refleja claramente los fenómenos sociales que anteceden al delito y la prisión. Problemas en la crianza de muchas mujeres solas, el consumo problemático de drogas y la explotación sexual.

“Los delitos que cometen las mujeres son en general mucho más leves. Esto nos pone de bruces, de cabeza, contra una realidad. Los estudios del Instituto Nacional de Rehabilitación muestran que el 30% de las mujeres que están presas tienen muy poco riesgo de reincidir. Esa prisión no tiene sentido. Es tremendo y palpable cómo en cantidad de casos uno se pregunta cuál es el sentido de que esa mujer esté dos años presas. Tiene hijos afuera, no cometió un delito grave ni va a cometerlo”, afirmó.

Dos escenarios ante un sistema terrible

Petit está en su segundo período frente a esta oficina del Parlamento. Periodista y abogado, reflexionó sobre el rol que juegan y el valor de sus denuncias. Dijo que deben cumplir con el mandato de promover y denunciar estas condiciones para que el tema esté en agenda. Además, dialogar con todos los actores y con la opinión pública. 

Pero reconoció que muchas veces tiene dudas.

“Muchas veces yo tengo la duda sobre la utilidad o si estamos haciendo las cosas bien. Uno no puede decir todo, uno no dice todo, porque hay cosas que son muy difíciles de decir y uno tiene la duda ética de hasta dónde contar. Hay cosas que se vuelven muy macabras, muy desalentadoras, muy terribles, que violan sensibilidades o la intimidad de las personas. Tenemos varios miles de personas que están en condiciones de tratos inaceptables por falta de presencia del Estado, por omisión de programas, por encierro. Más de la mitad de los presos no tiene una hora diaria de patio”, describió.

“Mirar a fondo, a los ojos del sistema es muy terrible”, agregó.

Frente a esto puede haber dos escenarios en el próximo período de gobierno, según la perspectiva del comisionado parlamentario. 

El primero es negativo, representativo de lo “más aldeano” de la sociedad uruguaya. Como el tema no fue resuelto por el gobierno anterior, el actual ni los otros, las futuras autoridades podrían descansarse en que “no lo resuelve ni Magoya” y así “la vamos llevando”.

“Yo creo que no se va llevando. Si pensamos que buena parte de los delitos que se cometen todos los días los hacen personas que salieron de la cárcel entonces cada homicidio, cada rapiña tiene que ver con no haber resuelto esto”, advirtió. 

En ese sentido planteó el otro escenario, más optimista, y que es el que cree que se va a recorrer.

“Es el escenario de acumulación de experiencias y de actores que hay ahora. Con distintas sensibilidades hoy en día hay mucha gente haciendo cosas. Hay mucha gente joven haciendo cosas, la Universidad tiene más presencia en las cárceles en los últimos años. Hay cantidad de técnicos volcados a las cárceles, algunos asumiendo responsabilidades. Muchos voluntarios. Es bastante impresionante la cantidad de gente que llega. Creo que hay un acumulado que se debería plasmar en un salto cualitativo en el próximo período de gobierno, gane quien gane”.